martes, 6 de agosto de 2013


¿Qué es el "Bullying"? ¿Cómo darse cuenta de si un niño lo está padeciendo?


El bullying o acoso escolar es un comportamiento que se caracteriza básicamente por maltratar, humillar y agredir física o psíquicamente a un compañero. Así como también burlarse de él, ignorarlo, asustarlo y dejarlo de lado sistemáticamente.

La principal característica de esta conducta es que suele prolongarse en el tiempo y va dirigida a una única persona (compañero o compañera) con el único objetivo de dañarla.

Esta situación genera un conflicto muy grave que no sólo afecta al niño acosado sino también al entorno en el que se mueve.

He aquí algunos ejemplos de bullying o acoso escolar:

Poner sobrenombres ofensivos, hablar mal de un compañero, dejarlo fuera de todos los grupos, escribir leyendas en su contra, no dirigirle la palabra, hostigarlo, amenazarlo, empujarlo, pegarle, romper sus pertenencias u obligarlo a que haga algo en contra de su voluntad.

Hay además muchos más ejemplos que dependen de cada situación en particular. Las siguientes preguntas y consiguientes respuestas nos ayudarán a entender mejor la naturaleza de esta conducta.

¿Por qué algunos niños son víctimas del acoso escolar?
En muchos casos los pequeños son víctimas de acoso escolar por sus características físicas diferentes del resto. Pueden ser más altos, más bajos, más delgados o más gordos, rubios o pelirrojos, con frenos (brackets) o anteojos. Cualquier condición diferente del resto puede generar este acoso.

Y en otros casos, sin embargo, el acoso gira en torno a su personalidad. Pueden ser tímidos o demasiado extrovertidos, aunque por lo general los pequeños que más sufren esta conducta tienden a ser muy frágiles. El hostigador percibe que no puede defenderse de él y es por ello que abusa reiteradamente.
Los pequeños acosados suelen entonces distanciarse del resto del grupo y muestran dificultad para entablar vínculos y hacer amigos. Además, les resulta muy difícil integrarse y les cuesta pedir ayuda.

En otros espacios sociales esta conducta pasiva pueden transformarla en la actitud opuesta, molestando a otros niños todavía más frágiles que ellos.